lunes, 24 de octubre de 2016
lunes, 11 de julio de 2016
Diseños del desarrollo (textos)
DISEÑOS PSICOANALÍTICOS SOBRE EL DESARROLLO
(Análisis
de sus criterios)
A propósito
del tema del desarrollo sólo tomaré algunas de las más destacadas corrientes psicoanalíticas
para señalar sobre todo los criterios ordenadores que ellas utilizan en sus
planteos sobre este punto.
Eso me
permitirá aproximarme a sus planteos fuertes y débiles, a sus incompatibilidades
y a sus compatibilidades.
Sabido es
que en determinado momento de las discusiones teóricas sobre el tema del desarrollo
se delinearon dos corrientes, los llamados desarrollistas que propician un
estudio lineal del desarrollo psíquico del niño, otorgando una fuerte carga al
factor constitucional y con un enfoque epistémico del tipo causalista, y los
llamados anti-desarrollistas que encaran los cambios observados ,
especialmente desde un ángulo constructivista, donde el nuevo ser emerge como
fruto de una compleja interacción con el medio que lo rodea y con un enfoque
epistémico del tipo estructuralista.
Que el
desarrollo existe, es obvio y también es obvio que nadie osa negar la incidencia
tanto de lo genético como de lo ambiental. El problema radica entonces en el distinto
peso que, en la teorización, se le da a cada uno de estos elementos, así como
en las diferencias en los enfoques epistemológicos, en la metodología aplicada
y en los objetos de estudio, elegidos por los diversos autores.
PRIMER
DISEÑO
(S. FREUD)
PRIMERA
BANDA
Podemos
afirmar que Freud sostiene su hipótesis sobre el desarrollo con el concepto de ”PULSIÓN”;
éste es un concepto complejo pues reúne por lo menos tres criterios:
A) Un
criterio energético con lo cual da cuenta del punto de vista económico (intraindividual).Está
colocado en esta franja izquierda de intensidades de la pulsión que señala el
desarrollo en dos tiempos de la sexualidad humana:
- el empuje
edípico entre los 2 y 5 años, y
- el empuje
puberal a loa 12 años visto como una re—edición del Edipo.
B) Un
criterio dinámico Freud nunca abandona la idea de un dualismo pulsional que
sustenta la noción de conflicto interno ( inmanente del sujeto} y que a la vez
es constitutivo y constituyente de su propia esencia como ser vivo.
Aquí vemos
a las dos pulsiones del primer dualismo y cómo la sexual se apoya en la de
conservación con un enfoque dinámico de oposición y colaboración.
C) Un
criterio estructural intrínseco de la pulsión. Ésta tiene su propia estructura:
(fuente - meta – objeto) lo que va a usar Freud como guía ordenadora de las fases. Fases que le llevó mucho
tiempo perfilar: entre
19O5 y 1923
como lo muestra el diseño. Quizá esta dificultad haya obedecido a que, más que
a fases observadas, éstas corresponden a ordenaciones simbólicas fuertemente
dependientes del criterio pulsional pre-establecido teóricamente.
Definir el
tipo de objeto también resultó un proceso
complejo, especialmente para mantener un enfoque predominantemente
intraindividual. Nociones como objeto interno, objeto de la fantasía, imago,
etc. vienen a tratar de mantener al objeto, en cierto modo dentro del sujeto.
D) La noción
de pulsión incluye, además, un fuerte criterio motivacional pues está
regida por e1 principio del placer - displacer (y su rodeo, el principio de realidad).
SEGUNDA
BANDA
Cuando, del
primer dualismo pulsional de 1905, Freud pasa al segundo,(1914, Introducción del narcisismo) aparece un
nuevo criterio de desarrollo que también incluye la idea de pulsión a través de
las nociones de libido del yo y de objeto ( que se figura en el diseño con- el
modelo freudiano de la amiba y su seudópodo).
Freud diseña
así, de un modo no muy nítido, otras etapas que no excluyen las anteriores sino
que articulan con ellas:
- Etapa de
auto-erotismo, donde aún no hay una unidad
del sujeto.
- Etapa de narcisismo
primario, como primera unidad, con el agregado de las identificaciones primarias
constructivas del carácter del yo.
— Etapa de
relación de objeto ambivalente, aún no bien discriminado, bajo los patrones
activo-pasivo de la fase anal.
- Etapa de elección
del objeto incestuoso, que corresponde al objeto ya bien definido del periodo
edípico.
- Etapa del narcisismo secundario a propósito de la amenaza de castración y la identificación
secundaria con el padre.
En esta
segunda banda del diseño aparece insinuándose con gran fuerza un criterio que
no atiende tanto a la noción de pulsión, aunque esté ésta come telón de fondo,
sino que atiende más bien a un "Yo" ( en el sentido amplio), un sujeto
que se va formando, de modo que podemos llamarle un criterio estructural del
sujeto o de la identidad del sujeto.
TERCERA
BANDA
Este criterio
estructural se afirma aún más en su descripción de las polaridades de 1923 (La organización genital infantil) que también
toman el perfil de fases de desarrollo, pero donde se destaca el vínculo sujeto-objeto
en una evolución de este tipo:
- una primera
polaridad donde el sujeto define su existencia separada del objeto generando la
posibilidad del vinculo.
- una
segunda polaridad donde el vínculo activo - pasivo perfila la primacía anal.
- la tercera
polaridad donde el vínculo se formula bajo la égida de la fantasía fálica de
que todos los seres tienen pene.
- y la cuarta
que señala el vínculo definitivo masculino ·— femenino, con el pleno
conocimiento de la diferencia de sexos.
La latencia
aparece aquí como una franja donde aparentemente no ocurre nada con estas
líneas, correspondiéndose con el descenso de la manifestación de la pulsión.
El único modo
de entenderla es articularla en la secuencia Pre-Edipo, Edipo y re-edición del Edipo.
Este enfoque
que tiene por eje al complejo edípico es la línea de desarrollo que ha tenido
más éxito de las presentadas por Freud, pues él descubre allí una arquitectura de
vínculos específicamente humanos con un complejo ínter-juego de lugares, papeles
e identidades que definen la entrada del niño en el mundo de la cultura.
También veremos
en los diseños de Winnicott, Lacan y Stern cómo las otras líneas han caído prácticamente
en desuso.
Pero antes
diremos algo sobre el tercer dualismo pulsional vida – muerte, dualismo para el
que Freud no construye un esquema del desarrollo similar a éstos aunque plantea
que sí debería hacerse.
Quien realiza
esta tarea es M. Klein como lo veremos en el siguiente diseño.
SEGUNDO DISEÑO
(M. Klein)
Aquí quiero
destacar la oscilación de la mezcla y la des mezcla pulsional que va a definir,
POR UN LADO, a las posiciones:
- La esquizo-paranoide donde aparecen defusionadas las pulsiones.
- La depresiva,
donde se fusionan, siendo esta condición la que determinará e1 distinto tipo
de relación de objeto, de ansiedad y de defensa.
POR OTRO
LADO
esta oscilación de la mezcla pulsional servirá para determinar una característica
de las fases y sub-fases que Klein toma de Freud y Abraham.
_
Pero aparte
de la explicación pulsional, Klein se maneja con un criterio estructural fuerte
en el planteo de las posiciones que no son fases, aunque estén colocadas en
este periodo tan temprano, sino que son modos de operar del sujeto, móviles e
intercambiables, presentes durante toda la vida. Es en este sentido que esta
idea continúa siendo útil, especialmente por el carácter interactivo que
imprime s las relaciones de objeto.
La idea del
Edipo temprano sin embargo tiene una carga especulativa marcada porque aparece como
una extrapolación a edades más tempranas de lo que es comprobable sólo más tarde,
cuando el juego simbólico o la palabra vienen a exhibir el mundo de fantasías del
niño. Este traslado a tempranísimas edades que hace Klein de todas las etapas
se
corresponde
con su especulación sobre las fantasías inconcientes como organizadoras de la
vida psíquica y presentes desde el nacimiento
.
A partir de
los diseños freudianos y kleiniano se abren tres líneas diferentes que
"grosso modo" no son contradictorias sino más bien complementarias y
que, además, coinciden en tener una fuerte base epistemológica de tipo
estructural no sólo intraindividual sino sobre todo ínter-individual o
interpersonal.
Veámoslo:
TERCER
DISEÑO
(D.
Winnicott)
El diseño
es complejo como complejas son sus ideas pero trataremos de sintetizarlo:
Esta estructura
que está por delante sería e1 sujeto en desarrollo, representado en su conjunto
por el concepto de "FUNCIONALIDAD DEL YO", desplegado en tres ejes
que enseguida veremos. Pero este sujeto está en permanente interacción con el
" AMBIENTE FACILITADOR" (también a veces obstaculizador), ambiente
que le sirve de soporte o sostén (aquí la idea de holding, handling y
presentación del objeto).
Así sostenido
el niño puede desarrollar sus POTENCIALIDADES INNATAS que Winnicott señala
como resultado de una correcta integración psique - soma. A este elemento ha quedado
reducida la pulsión subsumida en el concepto de integración.
En el otro
extremo de este eje aparece la ARMONIA DE LA VIVENCIA DE SI que se
refiere al equilibrio entre : el self verdadero como núcleo auténtico vivencial
del sujeto y el self falso como cáscara protectora necesaria para los
intercambios sociales. Esta armonía supone una adecuada integración psique - soma
- mente.
En este
segundo eje tenemos en un extremo e1 PROCESO DE INTEGRACIÓN donde se
muestra la movilidad y reversibilidad de dicho proceso así como la desintegración
– programada como defensa — frente a las agonías primitivas.
En el otro
extremo del eje el mismo proceso es visto desde el lado de la comunicación con
e1 objeto en ese movimiento también oscilante entre el objeto subjetivo y
el objetivamente percibido.
Por fin, en
e1 último eje vemos la ORGANIZACIÓN PROGRESIVA DEL SUJETO CON SU MEDIO, con
el camino de ida y vuelta de la progresión y la regresión y sus mojones correspondientes.
Y en el otro
extremo la importante idea winnicottiana de la ARTICULACION DEL MUNDO INTERN0
Y EL MUNDO EXTERNO a través de la zona intermediadora del espacio transicional.
Esta idea siempre la vemos en el sentido de una emergencia simultánea de esos
tres campos, conformándose así una unidad estructural.
Como ven,
en Winnicott no hay edades precisas. Todos estos procesos fuertemente ínter-actuantes y con caminos de ida y vuelta, si bien se dan en el niño, se reproducen
y se suceden en cualquier época de la
vida y por lo tanto se muestran perfectamente adaptables a la dinámica psicoanalítica
tanto del niño como del adulto.
CUARTO
DISEÑO
(J. Lacan)
Mientras Winnicott
destaca como objeto de estudio el vínculo madre – hijo con su carácter de sostén
afectivo y estructurante, Lacan se ocupará. más bien de la entrada del niño en
el conflictivo mundo de la cultura. Define así tiempos, pero estructurales,
que pueden o no coincidir con el tiempo cronológico y que son capaces de
reversibilidad.
Establece
un punto de partida en el reconocimiento por el sujeto de su imagen en
el espejo (o en el otro). Desde allí se despliegan los tres tiempos del Edipo
que los describimos a su vez en tres niveles.
Si tomamos
como eje el nivel de las relaciones ínter-subjetivas, tenemos:
- En el primer tiempo la relación es dual
(madre - hijo) coincidiendo con la identificación primaria (en espejo)con la madre
y donde el hijo viene a constituirse en el falo de la madre, ( siendo el falo
un significante que reúne características de completud y poder). En este tipo
de vínculo predomina el registro de lo imaginario, juego de imágenes donde el vínculo
se asimila al vínculo natural previo a la introducción de la ley de la cultura.
- El segundo tiempo es un tiempo inestable,
de transición, donde irrumpe el padre que quiebra la completud imaginaria madre
- hijo. El padre ee vivido como el dueño de la ley, el ES la ley, es el FALO
omnipotente. Es el padre tiránico, terrible, del segundo tiempo del Edipo.
- En el tercer tiempo se instala un cuarto
elemento, de diferente naturaleza que los tres anteriores, que intermedia y
regula las relaciones padre - madre - hijo.
Es un
elemento complejo que Lacan describe desde diversos ángulos porque no es posible
materializarlo en ninguna cosa o persona. Está referido fundamentalmente al registro
de lo simbólico que sostiene la emergencia de la palabra, de la Ley, de los
sistemas culturales organizadores de las relaciones humanas y que habilita la generación
del campo de lo inconciente trans-individual. A partir de allí el padre deja de
ser
la ley (el
falo) para sólo representarla (metáfora paterna) y servir así de modelo identificatorio
para su hijo, futuro padre.
QUINTO
DISEÑO
(D. Stern)
Entramos ahora
a un diseño que es una copia, condensada, de los que Daniel Stern usa en su
libro "El mundo interpersonal del infante" (Paidós, 1991}.
Como vemos
por la franja de edades, Lacan comienza sus planteos sobre el desarrollo donde
Stern los termina.
Stern se ocupará
entonces de un abordaje profundizado de las relaciones tempranas madre - hijo
reuniendo investigaciones y observaciones suyas y de numerosos autores.
Establece así
diversas fases en las que la unidad de ese nuevo ser esta determinada por características
cuidadosamente observadas. A estas distintas unidades sucesivas del desarrollo
las llama SENTIDOS DEL SI MISMO y establece subrayadamente su carácter interactivo,
el DOMINIO DEL RELACIONAMIENTO, imprescindible para el advenimiento armonioso de
las sucesivas fases. Si bien en las dos primeras fases predomina la incidencia
de la programación genética, en las siguientes pasa a predominar cada vez más el
relacionamiento, es decir, la incidencia de las sintonías ínter-personales (en
la fase 3, correspondiente al surgimiento de las conductas de apego) y 1a incidencia
de la comunicación verbal (en la fase 4, que aparece como una fase
particular donde el sentido del sí mismo cambia de una manera notoria por el
efecto identificante y a la vez alienante de los significados simbólicos).
Es
importante señalar que para Stern las fases nunca desaparecen totalmente sino que
sufren una transformación debido al montaje complejo que cada nueva fase imprime
a sus predecesoras. Esto se intentó representar en el diseño con la gradación
de color.
La
diferencia entre este planteo del desarrollo temprano y el de Klein radica en el
escaso despliegue de especulaciones teóricas y el fuerte apoyo en la observación
y la experimentación.
SEXTO
DISEÑO
(síntesis)
Buscaremos ahora armonizar en un último diseño, estas posicionas tan disímiles.
Señalaremos
un cierto esquema del desarrollo que nuclee aquellos elementos sobre los cuales
podría proponerse un consenso más o menos firme entre las diversas posiciones
teóricas.
Se ve allí,
prefigurando el desarrollo, una especie de tronco de árbol con sus raíces. Por supuesto
el tronco se continúa luego de los 20 años, lo que está fuera de la etapa vital
que analizamos aquí. El punteado de fondo representa el medio: la tierra y la atmósfera
necesarias para el desarrollo.
Si consideramos las raíces del lado derecho (en color) vemos:
- En primer lugar la raíz correspondiente
a la formación y maduración de estructuras neuro-biológicas que comienza desde la
concepción y continúa luego del nacimiento, durante un largo período, en relación
a la marcada inmadurez de la cría humana.
En esta
etapa la vertiente de programación genética es muy marcada y la vertiente
ambiental se refiere sobre todo a las condiciones biológicas fijas necesarias
para que el programa genético se cumpla (me refiero s los aspectos da nutrición
y protección en general).
Esta maduración
biológica continúa expresándose durante todo el desarrollo biológico (sabemos
que las últimas mielinizaciones del sistema nervioso se producen alrededor de
los 20 años) y que, en la pubertad, va a recibir un enorme empuje ya programado
genéticamente que, como sabemos, será grávido en consecuencias no sólo biológicas
sino también psicológicas (me refiero a la maduración sexual definitiva y al
gran desarrollo osteo-muscular de esta etapa).
De los
autores presentados, quienes más se ocupan de esta raíz biológica son Stern y
Winnicott y en menor medida los demás.
- En 1a segunda raíz (de los seis a
los ocho meses) se intercala con la anterior la poderosa corriente de aquellas conductas
inter-activas que no dudamos en calificar como etológicas pues son similares,
no en sus detalles pero sí en su esencia a las observadas en aves y mamíferos.
Nos referimos a las conductas de apego (attachment) y las correspondientes interacciones
de parte de las figuras de apego (ver la notable obra de John Bowlby cuyo
diseño sería necesario agregar).
Son conductas
complejas, genéticamente programadas también, pero aquí la interacción con otros
miembros de la especie adquiere una importancia tan crucial que su distorsión o
ausencia provocará grave trastorno del desarrollo. Podemos decir que los pesos
de lo genético y lo vincular se equiparan.
Se inaugura
así, para el nuevo sujeto, una corriente de afectos de gran intensidad que
interactuará durante toda la vida con los afectos de sus semejantes próximos (siendo
ésta, una característica específica humana).
Loe autores
(de los presentados) que más desarrollan estos aspectos etológicos son Winnicott
y Stern y en menor medida loa demás.
- En la tercera raíz se introduce, durante
el segundo año de vida, una última y notable corriente del desarrollo temprano
que está signada por la aparición, también genéticamente programada de una
nueva función: la función simbólica o, mejor llamada, función semiótica.
Ésta permitirá
al niño operar con sistemas de signos en ausencia del referente, lo que lo
introducirá en e1 mundo de los significados. De estos sistemas de signos el más
privilegiado será el de la palabra.
Esto tendrá
hondas repercusiones en su modo de relacionarse, en su necesidad ineludible de
asumir una identidad (que, inextricablemente, le es, a su vez, otorgada por los
demás),para su inserción en un complejo mundo de roles, funciones y lugares
culturalmente definidos y cambiantes.
Así pues,
sobre sus programaciones neuro-biológicas y sobre sus vínculos afectivos de índole
etológica vendrá a articularse este nuevo modo de vínculo, esta nueva identidad
que lo define como ser psicológico (en su sentido estrictamente etimológico de
psique = alma}.
Aquí la
carga cultural (vincular-cultural) es máxima y la genética es mínima pues sólo•
provee la función que permite procesar la cultura.
A partir de
este segundo año inaugural que ponemos en la franja del pre-Edipo se van a
desarrollar las otras etapas que no comentaremos pero que están perfiladas, en
su conjunto, por la integración, por pasos, en el mundo de las instituciones
humanas y por la consecuente asunción de sucesivas identidades.
Lacan y
Freud son quienes más han subrayado esta línea del acceso a la cultura; en
menor medida loa demás.
Por último,
quiero agregar algo sobre la INVESTIGACIÓN DEL DESARROLLO EN PSICOANÁLISIS
que está mostrado en 1as raíces "falsas" de la izquierda del árbol.
En la
primera mitad del siglo pasado, cuando aún no se había acumulado suficiente experiencia
y observación sobre el desarrollo temprano, la parte especulativa de las
teorías del desarrollo ocupó un lugar muy señalado.
Así vimos
le enorme importancia que asigna Freud a la teoría pulsional (como explicación
del origen y las causes} aunque él mismo señaló su carácter especulativo cuando
afirmó que era su "mitología" pero que a esa altura ya no podía prescindir
de ella.
Por eso lo
colocamos destacado en la raíz de "especulaciones sobre el origen".
Klein
otorga igual importancia a las pulsiones y, además, agrega explicaciones del
desarrollo temprano de fuerte carácter especulativo pues traslada modelos tomados
del adulto (o del niño que ya ejerce le función semiótica) al infans de pocos meses.
La destacamos entonces, en la raíz de "especulaciones sobre el desarrollo".
Es cierto
que todos utilizamos una franja de especulación, necesaria para dar cierta cohesión
a un conocimiento siempre incompleto (y mucho más en nuestro tema). Pero
debemos esforzarnos en reconocerla para ponerla entre paréntesis y estar
dispuestos a cambiarla (objetivo siempre difícil). Creo que esto ahorraría muchas
discusiones "doctrinarias" disminuyendo la tan mentada
inconmensurabilidad de las teorías.
Otra ilusión
muy alimentada es aquélla de hallar los orígenes de los procesos haciendo estudios
en edades cada vez más tempranas, incluso en el feto, como si allí se pudiera
dilucidar e1 misterio. E1 diseño (óvalos de la derecha, uno por raíz) muestra
caminos muy distintos:
Primer Óvalo - Las investigaciones
sobre e1 desarrollo neuro -biológico abren un campo para estudios de los
factores genéticos, la neurotransmisión, las funciones corticales, e1 temperamento
innato, etc.
. Desde el ángulo
del psicoanálisis debemos sopesar estos aspectos pues
a menudo hemos
visto especulaciones psicoanalíticas que ignoran su importancia y quieren dilucidarlos
a través de explicaciones psicodinámicas.
Segundo Óvalo - La raíz etológica
se beneficiaría con la investigación de este factor en su interacción con los otros
dos a lo largo de la vida y con el estudio de la etología comparada en la filogenia
de las especies.
Tercer Óvalo - La transmisión
de significados (que otorga identidad y roles complejos al niño) no podemos
investigarla antes del surgimiento de la función semiótica porque sería inútil.
Se corresponde con una herencia distinta (en verde en el diseño) de las de vía
genética (en negro) y la investigación de su origen está apoyada en el estudio
de la estructura y la historia del mundo de la cultura.
lunes, 6 de junio de 2016
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