lunes, 11 de julio de 2016

Diseños del desarrollo (textos)

 DISEÑOS PSICOANALÍTICOS SOBRE EL DESARROLLO
(Análisis de sus criterios)



A propósito del tema del desarrollo sólo tomaré algunas de las más destacadas corrientes psicoanalíticas para señalar sobre todo los criterios ordenadores que ellas utilizan en sus planteos sobre este punto.
Eso me permitirá aproximarme a sus planteos fuertes y débiles, a sus incompatibilidades y a sus compatibilidades.
Sabido es que en determinado momento de las discusiones teóricas sobre el tema del desarrollo se delinearon dos corrientes, los llamados desarrollistas que propician un estudio lineal del desarrollo psíquico del niño, otorgando una fuerte carga al factor constitucional y con un enfoque epistémico del tipo causalista, y los llamados anti-desarrollistas que encaran los cambios observados , especialmente desde un ángulo constructivista, donde el nuevo ser emerge como fruto de una compleja interacción con el medio que lo rodea y con un enfoque epistémico del tipo estructuralista.
Que el desarrollo existe, es obvio y también es obvio que nadie osa negar la incidencia tanto de lo genético como de lo ambiental. El problema radica entonces en el distinto peso que, en la teorización, se le da a cada uno de estos elementos, así como en las diferencias en los enfoques epistemológicos, en la metodología aplicada y en los objetos de estudio, elegidos por los diversos autores.


PRIMER DISEÑO
(S. FREUD)


PRIMERA BANDA

Podemos afirmar que Freud sostiene su hipótesis sobre el desarrollo con el concepto de ”PULSIÓN”; éste es un concepto complejo pues reúne por lo menos tres criterios:

A) Un criterio energético con lo cual da cuenta del punto de vista económico (intraindividual).Está colocado en esta franja izquierda de intensidades de la pulsión que señala el desarrollo en dos tiempos de la sexualidad humana:
- el empuje edípico entre los 2 y 5 años, y
- el empuje puberal a loa 12 años visto como una re—edición del Edipo.

B) Un criterio dinámico Freud nunca abandona la idea de un dualismo pulsional que sustenta la noción de conflicto interno ( inmanente del sujeto} y que a la vez es constitutivo y constituyente de su propia esencia como ser vivo.
Aquí vemos a las dos pulsiones del primer dualismo y cómo la sexual se apoya en la de conservación con un enfoque dinámico de oposición y colaboración.

C) Un criterio estructural intrínseco de la pulsión. Ésta tiene su propia estructura: (fuente - meta – objeto) lo que va a usar Freud como guía ordenadora de las  fases. Fases que le llevó mucho tiempo perfilar: entre
19O5 y 1923 como lo muestra el diseño. Quizá esta dificultad haya obedecido a que, más que a fases observadas, éstas corresponden a ordenaciones simbólicas fuertemente dependientes del criterio pulsional pre-establecido teóricamente.
Definir el tipo de objeto  también resultó un proceso complejo, especialmente para mantener un enfoque predominantemente intraindividual. Nociones como objeto interno, objeto de la fantasía, imago, etc. vienen a tratar de mantener al objeto, en cierto modo dentro del sujeto.

D) La noción de pulsión incluye, además, un fuerte criterio motivacional pues está regida por e1 principio del placer - displacer (y su rodeo, el principio de realidad).

SEGUNDA BANDA

Cuando, del primer dualismo pulsional de 1905, Freud pasa al segundo,(1914, Introducción del narcisismo) aparece un nuevo criterio de desarrollo que también incluye la idea de pulsión a través de las nociones de libido del yo y de objeto ( que se figura en el diseño con- el modelo freudiano de la amiba y su seudópodo).
Freud diseña así, de un modo no muy nítido, otras etapas que no excluyen las anteriores sino que articulan con ellas:

- Etapa de auto-erotismo, donde aún  no hay una unidad del sujeto.

- Etapa de narcisismo primario, como primera unidad, con el agregado de las identificaciones primarias constructivas del carácter del yo.

— Etapa de relación de objeto ambivalente, aún no bien discriminado, bajo los patrones activo-pasivo de la fase anal.

- Etapa de elección del objeto incestuoso, que corresponde al objeto ya bien definido del periodo edípico.

- Etapa del narcisismo secundario a propósito de la amenaza de castración y la identificación secundaria con el padre. 

En esta segunda banda del diseño aparece insinuándose con gran fuerza un criterio que no atiende tanto a la noción de pulsión, aunque esté ésta come telón de fondo, sino que atiende más bien a un "Yo" ( en el sentido amplio), un sujeto que se va formando, de modo que podemos llamarle un criterio estructural del sujeto o de la identidad del sujeto.

TERCERA BANDA

Este criterio estructural se afirma aún más en su descripción de las polaridades de 1923 (La organización genital infantil) que también toman el perfil de fases de desarrollo, pero donde se destaca el vínculo sujeto-objeto en una evolución de este tipo:
- una primera polaridad donde el sujeto define su existencia separada del objeto generando la posibilidad del vinculo.
- una segunda polaridad donde el vínculo activo - pasivo perfila la primacía anal.
- la tercera polaridad donde el vínculo se formula bajo la égida de la fantasía fálica de que todos los seres tienen pene.
- y la cuarta que señala el vínculo definitivo masculino ·— femenino, con el pleno conocimiento de la diferencia de sexos.

La latencia aparece aquí como una franja donde aparentemente no ocurre nada con estas líneas, correspondiéndose con el descenso de la manifestación de la pulsión.
El único modo de entenderla es articularla en la secuencia Pre-Edipo, Edipo y re-edición del Edipo.
Este enfoque que tiene por eje al complejo edípico es la línea de desarrollo que ha tenido más éxito de las presentadas por Freud, pues él descubre allí una arquitectura de vínculos específicamente humanos con un complejo ínter-juego de lugares, papeles e identidades que definen la entrada del niño en el mundo de la cultura.
También veremos en los diseños de Winnicott, Lacan y Stern cómo las otras líneas han caído prácticamente en desuso.
Pero antes diremos algo sobre el tercer dualismo pulsional vida – muerte, dualismo para el que Freud no construye un esquema del desarrollo similar a éstos aunque plantea que sí debería hacerse.
Quien realiza esta tarea es M. Klein como lo veremos en el siguiente diseño.


SEGUNDO DISEÑO
(M. Klein)


Aquí quiero destacar la oscilación de la mezcla y la des mezcla pulsional que va a definir, POR UN LADO, a las posiciones:

- La esquizo-paranoide donde aparecen defusionadas las pulsiones.

- La depresiva, donde se fusionan, siendo esta condición la que determinará e1 distinto tipo de relación de objeto, de ansiedad y de defensa.

POR OTRO LADO esta oscilación de la mezcla pulsional servirá para determinar una característica de las fases y sub-fases que Klein toma de Freud y Abraham.
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Pero aparte de la explicación pulsional, Klein se maneja con un criterio estructural fuerte en el planteo de las posiciones que no son fases, aunque estén colocadas en este periodo tan temprano, sino que son modos de operar del sujeto, móviles e intercambiables, presentes durante toda la vida. Es en este sentido que esta idea continúa siendo útil, especialmente por el carácter interactivo que imprime s las relaciones de objeto.
La idea del Edipo temprano sin embargo tiene una carga especulativa marcada porque aparece como una extrapolación a edades más tempranas de lo que es comprobable sólo más tarde, cuando el juego simbólico o la palabra vienen a exhibir el mundo de fantasías del niño. Este traslado a tempranísimas edades que hace Klein de todas las etapas se
corresponde con su especulación sobre las fantasías inconcientes como organizadoras de la vida psíquica y presentes desde el nacimiento
.
A partir de los diseños freudianos y kleiniano se abren tres líneas diferentes que "grosso modo" no son contradictorias sino más bien complementarias y que, además, coinciden en tener una fuerte base epistemológica de tipo estructural no sólo intraindividual sino sobre todo ínter-individual o interpersonal. 
Veámoslo:

TERCER DISEÑO
(D. Winnicott)


El diseño es complejo como complejas son sus ideas pero trataremos de sintetizarlo:
Esta estructura que está por delante sería e1 sujeto en desarrollo, representado en su conjunto por el concepto de "FUNCIONALIDAD DEL YO", desplegado en tres ejes que enseguida veremos. Pero este sujeto está en permanente interacción con el " AMBIENTE FACILITADOR" (también a veces obstaculizador), ambiente que le sirve de soporte o sostén (aquí la idea de holding, handling y presentación del objeto).
Así sostenido el niño puede desarrollar sus POTENCIALIDADES INNATAS que Winnicott señala como resultado de una correcta integración psique - soma. A este elemento ha quedado reducida la pulsión subsumida en el concepto de integración.
En el otro extremo de este eje aparece la ARMONIA DE LA VIVENCIA DE SI que se refiere al equilibrio entre : el self verdadero como núcleo auténtico vivencial del sujeto y el self falso como cáscara protectora necesaria para los intercambios sociales. Esta armonía supone una adecuada integración psique - soma - mente.
En este segundo eje tenemos en un extremo e1 PROCESO DE INTEGRACIÓN donde se muestra la movilidad y reversibilidad de dicho proceso así como la desintegración – programada como defensa — frente a las agonías primitivas.
En el otro extremo del eje el mismo proceso es visto desde el lado de la comunicación con e1 objeto en ese movimiento también oscilante entre el objeto subjetivo y el objetivamente percibido.
Por fin, en e1 último eje vemos la ORGANIZACIÓN PROGRESIVA DEL SUJETO CON SU MEDIO, con el camino de ida y vuelta de la progresión y la regresión y sus mojones correspondientes.
Y en el otro extremo la importante idea winnicottiana de la ARTICULACION DEL MUNDO INTERN0 Y EL MUNDO EXTERNO a través de la zona intermediadora del espacio transicional. Esta idea siempre la vemos en el sentido de una emergencia simultánea de esos tres campos, conformándose así una unidad estructural.
Como ven, en Winnicott no hay edades precisas. Todos estos procesos fuertemente ínter-actuantes y con caminos de ida y vuelta, si bien se dan en el niño, se reproducen y  se suceden en cualquier época de la vida y por lo tanto se muestran perfectamente adaptables a la dinámica psicoanalítica tanto del niño como del adulto.


CUARTO DISEÑO
(J. Lacan)


Mientras Winnicott destaca como objeto de estudio el vínculo madre – hijo con su carácter de sostén afectivo y estructurante, Lacan se ocupará. más bien de la entrada del niño en el conflictivo mundo de la cultura. Define así tiempos, pero estructurales, que pueden o no coincidir con el tiempo cronológico y que son capaces de reversibilidad.
Establece un punto de partida en el reconocimiento por el sujeto de su imagen en el espejo (o en el otro). Desde allí se despliegan los tres tiempos del Edipo que los describimos a su vez en tres niveles.
Si tomamos como eje el nivel de las relaciones ínter-subjetivas, tenemos:
   - En el primer tiempo la relación es dual (madre - hijo) coincidiendo con la identificación primaria (en espejo)con la madre y donde el hijo viene a constituirse en el falo de la madre, ( siendo el falo un significante que reúne características de completud y poder). En este tipo de vínculo predomina el registro de lo imaginario, juego de imágenes donde el vínculo se asimila al vínculo natural previo a la introducción de la ley de la cultura.
   - El segundo tiempo es un tiempo inestable, de transición, donde irrumpe el padre que quiebra la completud imaginaria madre - hijo. El padre ee vivido como el dueño de la ley, el ES la ley, es el FALO omnipotente. Es el padre tiránico, terrible, del segundo tiempo del Edipo.
   - En el tercer tiempo se instala un cuarto elemento, de diferente naturaleza que los tres anteriores, que intermedia y regula las relaciones padre - madre - hijo.
Es un elemento complejo que Lacan describe desde diversos ángulos porque no es posible materializarlo en ninguna cosa o persona. Está referido fundamentalmente al registro de lo simbólico que sostiene la emergencia de la palabra, de la Ley, de los sistemas culturales organizadores de las relaciones humanas y que habilita la generación del campo de lo inconciente trans-individual. A partir de allí el padre deja de ser
la ley (el falo) para sólo representarla (metáfora paterna) y servir así de modelo identificatorio para su hijo, futuro padre.


QUINTO DISEÑO
(D. Stern)


Entramos ahora a un diseño que es una copia, condensada, de los que Daniel Stern usa en su libro "El mundo interpersonal del infante" (Paidós, 1991}.
Como vemos por la franja de edades, Lacan comienza sus planteos sobre el desarrollo donde Stern los termina.
Stern se ocupará entonces de un abordaje profundizado de las relaciones tempranas madre - hijo reuniendo investigaciones y observaciones suyas y de numerosos autores.
Establece así diversas fases en las que la unidad de ese nuevo ser esta determinada por características cuidadosamente observadas. A estas distintas unidades sucesivas del desarrollo las llama SENTIDOS DEL SI MISMO y establece subrayadamente su carácter interactivo, el DOMINIO DEL RELACIONAMIENTO, imprescindible para el advenimiento armonioso de las sucesivas fases. Si bien en las dos primeras fases predomina la incidencia de la programación genética, en las siguientes pasa a predominar cada vez más el relacionamiento, es decir, la incidencia de las sintonías ínter-personales (en la fase 3, correspondiente al surgimiento de las conductas de apego) y 1a incidencia de la comunicación verbal (en la fase 4, que aparece como una fase particular donde el sentido del sí mismo cambia de una manera notoria por el efecto identificante y a la vez alienante de los significados simbólicos).
Es importante señalar que para Stern las fases nunca desaparecen totalmente sino que sufren una transformación debido al montaje complejo que cada nueva fase imprime a sus predecesoras. Esto se intentó representar en el diseño con la gradación de color.
La diferencia entre este planteo del desarrollo temprano y el de Klein radica en el escaso despliegue de especulaciones teóricas y el fuerte apoyo en la observación y la experimentación.



SEXTO DISEÑO
(síntesis)


Buscaremos ahora armonizar en un último diseño, estas posicionas tan disímiles.
Señalaremos un cierto esquema del desarrollo que nuclee aquellos elementos sobre los cuales podría proponerse un consenso más o menos firme entre las diversas posiciones teóricas.
Se ve allí, prefigurando el desarrollo, una especie de tronco de árbol con sus raíces. Por supuesto el tronco se continúa luego de los 20 años, lo que está fuera de la etapa vital que analizamos aquí. El punteado de fondo representa el medio: la tierra y la atmósfera necesarias para el desarrollo.
Si consideramos las raíces del lado derecho (en color) vemos:

   - En primer lugar la raíz correspondiente a la formación y maduración de estructuras neuro-biológicas que comienza desde la concepción y continúa luego del nacimiento, durante un largo período, en relación a la marcada inmadurez de la cría humana.
En esta etapa la vertiente de programación genética es muy marcada y la vertiente ambiental se refiere sobre todo a las condiciones biológicas fijas necesarias para que el programa genético se cumpla (me refiero s los aspectos da nutrición y protección en general).
Esta maduración biológica continúa expresándose durante todo el desarrollo biológico (sabemos que las últimas mielinizaciones del sistema nervioso se producen alrededor de los 20 años) y que, en la pubertad, va a recibir un enorme empuje ya programado genéticamente que, como sabemos, será grávido en consecuencias no sólo biológicas sino también psicológicas (me refiero a la maduración sexual definitiva y al gran desarrollo osteo-muscular de esta etapa).
De los autores presentados, quienes más se ocupan de esta raíz biológica son Stern y Winnicott y en menor medida los demás.

   - En 1a segunda raíz (de los seis a los ocho meses) se intercala con la anterior la poderosa corriente de aquellas conductas inter-activas que no dudamos en calificar como etológicas pues son similares, no en sus detalles pero sí en su esencia a las observadas en aves y mamíferos. Nos referimos a las conductas de apego (attachment) y las correspondientes interacciones de parte de las figuras de apego (ver la notable obra de John Bowlby cuyo diseño sería necesario agregar).
Son conductas complejas, genéticamente programadas también, pero aquí la interacción con otros miembros de la especie adquiere una importancia tan crucial que su distorsión o ausencia provocará grave trastorno del desarrollo. Podemos decir que los pesos de lo genético y lo vincular se equiparan.
Se inaugura así, para el nuevo sujeto, una corriente de afectos de gran intensidad que interactuará durante toda la vida con los afectos de sus semejantes próximos (siendo ésta, una característica específica humana).
Loe autores (de los presentados) que más desarrollan estos aspectos etológicos son Winnicott y Stern y en menor medida loa demás.

   - En la tercera raíz se introduce, durante el segundo año de vida, una última y notable corriente del desarrollo temprano que está signada por la aparición, también genéticamente programada de una nueva función: la función simbólica o, mejor llamada, función semiótica.
Ésta permitirá al niño operar con sistemas de signos en ausencia del referente, lo que lo introducirá en e1 mundo de los significados. De estos sistemas de signos el más privilegiado será el de la palabra.
Esto tendrá hondas repercusiones en su modo de relacionarse, en su necesidad ineludible de asumir una identidad (que, inextricablemente, le es, a su vez, otorgada por los demás),para su inserción en un complejo mundo de roles, funciones y lugares culturalmente definidos y cambiantes.
Así pues, sobre sus programaciones neuro-biológicas y sobre sus vínculos afectivos de índole etológica vendrá a articularse este nuevo modo de vínculo, esta nueva identidad que lo define como ser psicológico (en su sentido estrictamente etimológico de psique = alma}.
Aquí la carga cultural (vincular-cultural) es máxima y la genética es mínima pues sólo• provee la función que permite procesar la cultura.
A partir de este segundo año inaugural que ponemos en la franja del pre-Edipo se van a desarrollar las otras etapas que no comentaremos pero que están perfiladas, en su conjunto, por la integración, por pasos, en el mundo de las instituciones humanas y por la consecuente asunción de sucesivas identidades.
Lacan y Freud son quienes más han subrayado esta línea del acceso a la cultura; en menor medida loa demás.


Por último, quiero agregar algo sobre la INVESTIGACIÓN DEL DESARROLLO EN PSICOANÁLISIS que está mostrado en 1as raíces "falsas" de la izquierda del árbol.
En la primera mitad del siglo pasado, cuando aún no se había acumulado suficiente experiencia y observación sobre el desarrollo temprano, la parte especulativa de las teorías del desarrollo ocupó un lugar muy señalado.
Así vimos le enorme importancia que asigna Freud a la teoría pulsional (como explicación del origen y las causes} aunque él mismo señaló su carácter especulativo cuando afirmó que era su "mitología" pero que a esa altura ya no podía prescindir de ella.
Por eso lo colocamos destacado en la raíz de "especulaciones sobre el origen".
Klein otorga igual importancia a las pulsiones y, además, agrega explicaciones del desarrollo temprano de fuerte carácter especulativo pues traslada modelos tomados del adulto (o del niño que ya ejerce le función semiótica) al infans de pocos meses. La destacamos entonces, en la raíz de "especulaciones sobre el desarrollo".
Es cierto que todos utilizamos una franja de especulación, necesaria para dar cierta cohesión a un conocimiento siempre incompleto (y mucho más en nuestro tema). Pero debemos esforzarnos en reconocerla para ponerla entre paréntesis y estar dispuestos a cambiarla (objetivo siempre difícil). Creo que esto ahorraría muchas discusiones "doctrinarias" disminuyendo la tan mentada inconmensurabilidad de las teorías.
Otra ilusión muy alimentada es aquélla de hallar los orígenes de los procesos haciendo estudios en edades cada vez más tempranas, incluso en el feto, como si allí se pudiera dilucidar e1 misterio. E1 diseño (óvalos de la derecha, uno por raíz) muestra caminos muy distintos:

Primer Óvalo - Las investigaciones sobre e1 desarrollo neuro -biológico abren un campo para estudios de los factores genéticos, la neurotransmisión, las funciones corticales, e1 temperamento innato, etc.
. Desde el ángulo del psicoanálisis debemos sopesar estos aspectos pues
a menudo hemos visto especulaciones psicoanalíticas que ignoran su importancia y quieren dilucidarlos a través de explicaciones psicodinámicas.

Segundo Óvalo - La raíz etológica se beneficiaría con la investigación de este factor en su interacción con los otros dos a lo largo de la vida y con el estudio de la etología comparada en la filogenia de las especies.

Tercer Óvalo - La transmisión de significados (que otorga identidad y roles complejos al niño) no podemos investigarla antes del surgimiento de la función semiótica porque sería inútil. Se corresponde con una herencia distinta (en verde en el diseño) de las de vía genética (en negro) y la investigación de su origen está apoyada en el estudio de la estructura y la historia del mundo de la cultura.